El efecto de las drogas en la infidelidad: ¿Cómo influye y cuál es el papel del polígrafo?

 

La infidelidad es un tema complejo que puede desencadenar fuertes crisis de confianza en la pareja. Sin embargo, cuando se añade el factor del consumo de drogas, el panorama se vuelve aún más delicado. La alteración de la conciencia, la reducción de inhibiciones y la posible dependencia de ciertas sustancias pueden propiciar comportamientos de riesgo, incluido el engaño. En este artículo, exploramos cómo las drogas pueden influir en la aparición de una infidelidad y de qué manera el polígrafo puede brindar claridad en estos casos donde la confianza se ve doblemente comprometida.

  1. Cómo el consumo de drogas afecta la conducta
  1. Disminución de inhibiciones
    Muchas sustancias, especialmente las que tienen efecto sedante o euforizante, pueden reducir los frenos morales y la capacidad de autocontrol. Esto facilita que alguien se involucre en comportamientos que normalmente consideraría inaceptables, como un acto de infidelidad.
  2. Alteraciones en el juicio y la toma de decisiones
    El consumo de ciertas drogas, como los estimulantes o el alcohol, puede nublar el criterio y promover decisiones impulsivas. En un contexto de pareja, esto puede llevar a buscar gratificaciones instantáneas fuera de la relación, sin pensar en las consecuencias emocionales o éticas.
  3. Cambios de humor y agresividad
    Dependiendo de la sustancia, la persona puede experimentar altibajos emocionales extremos, que dificultan la convivencia y la comunicación. Los conflictos no resueltos, sumados a un estado mental inestable, incrementan el riesgo de conductas de escape o búsqueda de “consuelo” en otra persona.
  1. Factores que propician la infidelidad ligada al consumo de drogas
  1. Ambientes de fiesta o salidas nocturnas
    La mayoría de las infidelidades relacionadas con el consumo de sustancias se originan en espacios donde las tentaciones son altas y el control de impulsos puede verse afectado (fiestas, clubs, reuniones con amigos que consumen).
  2. El patrón de dependencia
    El consumo habitual de drogas puede generar dinámicas de dependencia o codependencia dentro de la pareja. Si una de las partes intenta frenar la adicción de la otra y no obtiene respuesta, la relación se deteriora y puede surgir la búsqueda de afecto o apoyo externo.
  3. Culpabilidad y autojustificación
    Bajo los efectos de las drogas, la persona que engaña puede justificarse pensando que lo ocurrido “no cuenta” porque “estaba bajo la influencia”. Aun así, esta creencia no exime del daño que sufre la relación ni elimina la responsabilidad del acto.
  1. Señales de alerta de infidelidad asociada a drogas
  1. Cambios repentinos en la conducta
    • Desinterés general en la relación.
    • Absentismo frecuente y mentiras sobre el paradero o las actividades.
    • Agresividad o irritabilidad injustificada cuando se le pregunta a la persona por sus salidas.
  2. Irregularidades financieras
    • Gastos repentinos y sin explicación.
    • Sustracción de dinero del hogar para costear salidas o consumo de sustancias.
  3. Descuidos en la intimidad
    • Alteraciones drásticas en la frecuencia sexual o la atención prestada a la pareja.
    • Llegar a casa en estados de embriaguez o bajo efectos de drogas que dificultan la convivencia.
  1. El papel del polígrafo en estos casos

Cuando el consumo de drogas se combina con la sospecha de infidelidad, se añade un nivel extra de incertidumbre. A menudo, la persona que consume niega o minimiza sus actos, y la parte afectada se encuentra con explicaciones inconsistentes o ausentes. En este contexto:

  1. Clarificar declaraciones
    El polígrafo puede indagar cuestiones específicas sobre encuentros íntimos ocurridos bajo efectos de sustancias o la frecuencia real del consumo. Por ejemplo: “¿Has mantenido relaciones con alguien diferente a tu pareja desde que iniciaste el consumo regular de la sustancia?”
  2. Apoyo para la confianza
    En parejas donde se intenta una reconciliación, contar con un método que aporte cierta objetividad ayuda a restablecer la seguridad. Siempre que el examinado lo haga voluntariamente, el polígrafo se convierte en un paso tangible para demostrar transparencia.
  3. Diferenciar la ansiedad común del engaño
    El examinador profesional establece una línea base de nerviosismo, especialmente importante en personas que pudieran sufrir síndrome de abstinencia o altos niveles de ansiedad a causa de la droga. Esto permite discernir mejor si las respuestas reflejan un engaño o simplemente tensión emocional.
  1. Limitaciones y consideraciones éticas
  1. No es un sustituto del tratamiento
    Identificar una infidelidad bajo efectos de drogas no soluciona el problema de raíz. Si existe adicción, resulta imprescindible un abordaje médico y psicológico que ayude a superar la dependencia.
  2. Consentimiento informado
    La prueba de polígrafo, como cualquier otra, debe realizarse de manera voluntaria. Obligar a la persona a someterse al examen puede generar más resentimiento y agravar el conflicto.
  3. Afectación de los resultados por el estado psicológico
    Es fundamental que el examinador evalúe si el nivel de consumo o la abstinencia interfieren de forma considerable en la respuesta fisiológica. En casos de grave dependencia, la fiabilidad de la prueba podría verse comprometida.
  1. Caminos hacia la reconciliación y el apoyo mutuo
  1. Diálogo y terapia de pareja
    Cualquier crisis de confianza requiere una comunicación franca y pausada. Si uno o ambos miembros de la pareja enfrentan problemas de drogas, la terapia conjunta y la individual pueden convertirse en herramientas esenciales para la recuperación y la honestidad.
  2. Tratamiento de adicciones
    La infidelidad puede ser un síntoma, pero el origen puede estar en la dependencia de la sustancia. Buscar ayuda profesional (psicólogos, médicos, grupos de apoyo) no solo ayuda a restaurar la salud física y mental, sino que también mejora la relación.
  3. Plan de transparencia
    Si el objetivo es reconstruir la pareja, establecer acuerdos claros que incluyan controles, límites y compromisos de cambio (por ejemplo, someterse a un polígrafo a intervalos acordados, retirar acceso a ciertas amistades o lugares de consumo, etc.) puede brindar un camino hacia la confianza renovada.

Conclusión

El consumo de drogas y la infidelidad se combinan para generar una crisis de pareja especialmente compleja, donde se entrelazan engaño, dependencia y sentimientos de culpa o vergüenza. Aunque el polígrafo puede ser un paso significativo para esclarecer la verdad y aportar un grado de objetividad, resulta fundamental abordar el problema de fondo: la adicción y sus consecuencias emocionales. A partir de una comunicación sincera, un tratamiento adecuado y, en casos necesarios, la prueba de polígrafo, es posible encontrar una ruta hacia la reconciliación o la toma de decisiones con plena conciencia.

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