A menudo, cuando alguien habla sobre la máquina de la verdad o un detector de mentiras, también conocido como polígrafo, le suelen venir a la mente programas de televisión que se valen de esta técnica para enriquecer sus contenidos. De todos modos, entre el uso que se le da en TV y la realidad cotidiana hay un abismo.
Ciertamente, durante muchos años y sobre todo antes de llegar a la televisión, el polígrafo solo se mencionaba en novelas o crónicas de espionaje, sin que el gran público pudiera imaginar que un día podría contratar de forma particular un servicio de polígrafo para resolver, de forma privada, asuntos personales e incluso empresariales, sin necesidad de causar publicidad negativa a la imagen corporativa denunciando la situación ante las autoridades. “Sí, esto es algo que se da mucho, todos los años resolvemos multitud de pequeños desencuentros en el seno de la familia y de la pareja, a veces se trata de una simple apropiación indebida, otra de una infidelidad. Pero también acudimos a empresas a desatascar asuntos que se han enquistado sin aparente solución», comenta José A. Landa.
Estas circunstancias llevan a una mayor demanda de expertos en un sector en auge, al que se van adhiriendo profesionales de la seguridad y la investigación privada, también psicólogos forenses que utilizan el polígrafo como una herramienta de diagnóstico en sus periciales.
Sabiendo de esa necesidad, poligrafo.com comercializa desde 2014 cursos de Psicofisiología Forense, destinados a formar examinadores del polígrafo. La formación está certificada por la European Polygraph Association y se imparte en inglés y español en más de 25 países.
Hasta 2014, solo la American Polygraph Association impartía cursos certificados de polígrafo a través de sus escuelas franquiciadas, teniendo los alumnos que viajar a destinos tan lejanos como América o Israel, tal y como recuerda José A. Landa: “Yo me formé en Israel en 1993, llegando a invertir 18 mil dólares en el empeño de convertirme en perito polígrafo».
Hoy día, gracias a internet, la formación como perito polígrafo a través de un curso semipresencial, plataforma Moodle y prácticas presenciales supervisadas por un experto, se puede conseguir en menos de 6 meses.
Sumando un instrumento polígrafo de última generación, la inversión no alcanza los 10.000 €. Teniendo en cuenta que el valor de un servicio de polígrafo ronda los 400 €, parece que no hay muchas inversiones más rentables.