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El polígrafo, comúnmente conocido como detector de mentiras, ha sido utilizado como una herramienta forense para la Evaluación de la Credibilidad desde su invención en el siglo XX. A pesar de las controversias en torno a aspectos éticos y validez legal de su aplicación en distintos contextos, el polígrafo sigue siendo la herramienta más utilizada como método forense de Evaluación de la Credibilidad, desde la aplicación de la ley y la selección de personal hasta la seguridad nacional. Este método se basa en la premisa de que la mentira está asociada con cambios fisiológicos mensurables que pueden ser detectados y registrados por el polígrafo en manos de un experto.

Fundamentos del Polígrafo

El polígrafo mide y registra varias respuestas fisiológicas del cuerpo, incluyendo la presión arterial, el ritmo cardíaco, la respiración, y la conductancia de la piel (sudoración), mientras se somete al individuo a una serie de preguntas. La teoría subyacente sugiere que cuando una persona miente en respuesta a una pregunta relevante, se producirán cambios fisiológicos significativos debido a un aumento del estrés psicológico asociado con el acto de engañar.

La Respuesta de Lucha o Huida y el Polígrafo

Cuando una persona está siendo sometida a una prueba de polígrafo, se le hacen preguntas específicas diseñadas para evocar una respuesta emocional si está intentando engañar. Si la persona percibe estas preguntas como una amenaza (a su seguridad, reputación, o integridad personal, por ejemplo), su cuerpo puede instintivamente activar la respuesta de lucha o huida, incluso si la «amenaza» no es física. Esta respuesta es parte del sistema nervioso autónomo, específicamente mediada por el sistema nervioso simpático, y prepara al cuerpo para enfrentar una amenaza combatiendo o huyendo de ella.

Este mecanismo de defensa desencadena varios cambios fisiológicos, que el polígrafo está diseñado para medir durante los siguientes instantes a la respuesta:

Aumento del Ritmo Cardíaco y la Presión Arterial. Como parte de la preparación del cuerpo para la acción, estos cambios pueden ser indicativos de estrés o nerviosismo asociado con el engaño.

Cambio en la Respiración. La respuesta de lucha o huida puede alterar el patrón respiratorio, haciéndolo más superficial o acelerado, lo cual puede ser detectado por el polígrafo.

Aumento de la Conductancia de la Piel. La sudoración, un síntoma común de la respuesta de lucha o huida, aumenta la conductividad eléctrica de la piel, otro indicador medido durante una prueba de polígrafo.

Interpretación y Desafíos

El polígrafo interpreta estos cambios fisiológicos como indicativos de posibles respuestas de engaño. Sin embargo, uno de los principales desafíos en la interpretación de los resultados del polígrafo es que la respuesta de lucha o huida puede ser activada por una variedad de factores, no solo por el engaño. El nerviosismo, la ansiedad, el miedo a ser injustamente acusado, o incluso simplemente estar en una situación de prueba pueden provocar respuestas fisiológicas similares a las de una persona que miente. Es ahí donde influye decisivamente la experiencia del examinador, quien mediante la entrevista previa y la técnica poligráfica adecuada podrá determinar el origen de la respuesta fisiológica del sujeto y su vinculación con el hecho que se investiga.

Implicaciones

Esta superposición en las respuestas fisiológicas subraya el riesgo de someterse a pruebas de polígrafo en manos de personal no especializado. Aunque el polígrafo puede ser útil para indicar el estrés psicológico y las respuestas emocionales, interpretar estas respuestas como indicativas de engaño requiere una pericia considerable así como la aplicación metodológica de la herramienta en base a unos Estándares de Práctica establecidos para evitar en lo posible  errores en su aplicación, incluidos falsos positivos (donde una persona honesta es erróneamente identificada como mentirosa) o falsos negativos (donde una persona engañosa logra controlar sus respuestas fisiológicas).

La relación entre el polígrafo y la respuesta de lucha o huida ilustra cómo los mecanismos de defensa naturales del cuerpo pueden influir en la detección de engaños. Si bien esta conexión subraya el potencial del polígrafo para identificar el estrés asociado con el engaño, también destaca la importancia de abordar las limitaciones y desafíos en su interpretación y aplicación. La efectividad del polígrafo, por lo tanto, depende no solo de la medición de las respuestas fisiológicas, sino también de la habilidad para contextualizar e interpretar estas respuestas dentro de un marco más amplio de evidencia y análisis comportamental.

Aspectos Clave de la Relevancia del Polígrafo

La aplicación del polígrafo como herramienta de diagnóstico está experimentado un auge considerable en los siguientes campos:

Investigaciones criminales. El polígrafo se utiliza para obtener información en casos de robo, asesinato, terrorismo, etc.

Evaluación de Testigos y Víctimas: En algunos casos, se ha utilizado el polígrafo para evaluar la credibilidad de los testimonios de testigos y víctimas, especialmente en situaciones donde falta evidencia física y la información se basa en relatos personales.

Control de Seguridad y Contrainteligencia: Agencias gubernamentales y organizaciones de seguridad utilizan el polígrafo para realizar controles de seguridad en empleados o candidatos a empleos que implican acceso a información sensible o clasificada.

Pruebas de empleo. Algunas empresas lo emplean para verificar la honestidad de los candidatos en procesos de selección. Se utiliza para evaluar la confiabilidad de personas que acceden a áreas sensibles o manejan información confidencial.

Evaluaciones en el ámbito clínico. Puede ser útil para detectar trastornos psicológicos como la simulación de síntomas o la exageración de dolencias.

Relaciones Personales

El uso del polígrafo en el contexto de relaciones personales y conyugales, especialmente en casos de sospechas de infidelidad, ha ganado cierta atención en años recientes. Aunque es una herramienta establecida en contextos legales y de seguridad, su aplicación en el ámbito personal y conyugal está ganando terreno a otros métodos de descubrir infidelidades como por ejemplo la contratación de detectives privados y otras formas de espionaje doméstico.

En relaciones donde existe desconfianza o sospechas de infidelidad, algunas parejas recurren al polígrafo como medio para verificar la honestidad de uno de los miembros. La idea es que el polígrafo, al detectar cambios fisiológicos asociados con el engaño, puede ayudar a confirmar o desmentir las sospechas.

La decisión de usar un polígrafo en el contexto de una relación personal implica una serie de complicaciones éticas y emocionales:

Confianza: El recurso al polígrafo puede ser visto como una señal de falta de confianza fundamental en la relación. Si una parte siente la necesidad de «probar» la honestidad de la otra mediante un polígrafo, puede indicar problemas subyacentes de confianza que necesitan ser abordados.

Presión y Consentimiento: La dinámica de poder en la relación puede influir en la voluntad de una persona para someterse a una prueba de polígrafo. El consentimiento debe ser totalmente voluntario y libre de cualquier forma de presión o coacción.

Interpretación de Resultados: Dado que la respuesta de lucha o huida puede ser provocada por una variedad de emociones y no exclusivamente por el engaño, la interpretación de los resultados del polígrafo puede ser complicada si no contamos con un experto acreditado en la aplicación de técnicas poligráficas.

Consideraciones Prácticas

Fiabilidad y Validez: La fiabilidad del polígrafo como herramienta para detectar la verdad en contextos emocionales complejos, como las relaciones personales, es objeto de debate, sin embargo muchos terapeutas recomiendas a sus clientes recurrir al polígrafo para poder avanzar en la recuperación de la confianza perdida y también como un paso decisivo para afianzar la relación.

Manejo de la Información: La forma en que se manejan y discuten los resultados del polígrafo es crucial. Incluso si el resultado indica «honestidad», el hecho de haber recurrido a esta medida puede dejar secuelas emocionales y de confianza en la relación.

Conclusión: Mientras el polígrafo puede ofrecer una solución rápida a cuestiones de confianza en las relaciones personales, su uso puede plantear algunos dilemas éticos y emocionales aunque puede ser la manera más efectiva de abordar problemas acuciantes. La comunicación abierta, la terapia de pareja, y otras formas de apoyo emocional ofrecen vías complementarias o alternativas para fortalecer las relaciones y resolver conflictos.

Ventajas Potenciales del polígrafo

Complemento a otras herramientas: El polígrafo puede ser una herramienta útil para complementar otras técnicas de investigación como la entrevista y el análisis de la conducta.

Disuasión del engaño: La posibilidad de ser sometido a una prueba de polígrafo puede disuadir a las personas de cometer actos deshonestos.

Posible herramienta de rehabilitación: En algunos casos, el polígrafo se utiliza en programas de rehabilitación para ayudar a las personas a superar problemas como la adicción o la delincuencia, abusos sexuales, etc.

Consideraciones Importantes:

Uso responsable: El polígrafo debe usarse con cautela y como herramienta de investigación, no como prueba definitiva de culpabilidad o inocencia.
Interpretación con cuidado: Los resultados del polígrafo deben interpretarse de forma minuciosa, teniendo en cuenta todos los factores que pueden influir en las respuestas fisiológicas.

El Futuro del Polígrafo:

El futuro del polígrafo como herramienta científica en la evaluación forense de la credibilidad probablemente no esté aislado sino en cómo se integra con otras herramientas y técnicas. El uso del polígrafo podría complementarse con métodos alternativos de detección del engaño, como el análisis de la expresión facial, el lenguaje corporal, y tecnologías emergentes como la resonancia magnética funcional (fMRI). Esta aproximación holística podría ofrecer una evaluación más completa y matizada de la credibilidad.

El devenir del polígrafo también dependerá de la educación y formación de los examinadores. La capacitación exhaustiva en las técnicas más recientes y en la interpretación ética de los resultados es fundamental para asegurar que el polígrafo se utilice de manera responsable y efectiva. Además, una comprensión más profunda de la psicología del engaño puede ayudar a los examinadores a diseñar preguntas y enfoques de entrevista que maximicen la eficacia del polígrafo.

Una de las vías más prometedoras para el futuro del polígrafo reside en los avances tecnológicos y metodológicos. La integración de la inteligencia artificial y el machine learning ofrece el potencial para mejorar significativamente la interpretación de los datos recogidos por el polígrafo, permitiendo un análisis más sofisticado y matizado de las respuestas fisiológicas. Estos avances podrían aumentar la fiabilidad de los resultados, reduciendo la incidencia de falsos positivos y falsos negativos.

En resumen, el futuro del polígrafo como herramienta científica en la evaluación forense de la credibilidad dependerá de cómo se aborden sus desafíos actuales a través de la innovación tecnológica, la investigación rigurosa, la formación especializada, el respeto por las consideraciones éticas y legales, y la integración con otras herramientas forenses. Con estos enfoques, el polígrafo tiene el potencial de seguir siendo una parte valiosa del arsenal en la evaluación forense de la credibilidad.

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